Travesía de Sanlúcar de BarramedaMazagón
Sabado 12 de Noviembre 2011 
Ruta: 60 Km.

José Moleiro (POR) “performance “(“Pod”, “Big Fork”, mástil de carbono y vela 5.5)
David Santana (ESP) “performance” (”Pod”, ”Big Fork”, mástil de carbono, vela 4.0)
António Costa (POR) “production” (“Big Fork”, “downhaul performance”, mástil fibra de vidrio y vela 5.5)

1ª parte

Antonio y yo salimos de Portugal por la tarde de tarde del Viernes y llegamos a Cádiz hacia la una de la madrugada, donde nos reunimos com David y “Puchi”, charlamos un rato y planificamos la travesía.

El Sabado por la mañana a cogimos los coches, llegamos a Sanlúcar sobre las 9 y tras desayunar empezamos a preparar el material esperando la barcaza de Sanlúcar de Barrameda para cruzar el río Guadalquivir (muchas gracias al señor de la barca por ser tan amable).

Hacia las 10 desembarcábamos al otro lado y empezamos a rodar con buen viento, alcanzando unos 45km/h y así realizamos los primeros 8km con un promedio de más de 35 Km/h., pero entonces el viento roló a popa y la velocidad se redujo considerablemente.

La sensación de rodar por las playas del Coto de Doñana es fantástica, solo nosotros, las dunas a un lado… el mar al otro y por veces los todo terreno de las visitas guiadas del Coto de Doñana, cuyos ocupantes se quedaban fascinados con nosotros.

Los últimos kilómetros antes de llegar a Matalascañas se estaban complicando porque la marea subía y nos dejaba poco margen para navegar, ademas la arena estaba muy removida por los todo terreno del Coto. El error fué de salir de Sanlúcar demasiado tarde (la bajamar fue a las 10´12h) si hubiéramos salido con 60-90 minutos de antelación, hubiera sido posible hacer los últimos kilómetros con mejores condiciones.

Y así realizamos los primeros 30km hasta Matalascañas, donde llegamos hacia el mediodía.

2.ª parte

Llegados a Matalascañas, nos fuimos a un bar de la playa para reponer fuerzas con unas cervecitas y unas sardinas a la plancha, mientras estábamos en el bar se acercaron dos chicos que estaban navegando en un mini trimarán a preguntar sobre los blokarts (otros dos mas que se quedaron entusiasmados).

Más tarde llegó José Luís (fantástico personaje) que había quedado con David y tras charlar un rato, nos prestó su apoyo poniendo a nuestra disposición su coche (increíble el tipo de personas que el blokart me esta permitiendo conocer)

Como teníamos algo de tiempo antes de la marea empezar a bajar de nuevo, decidimos ir al pueblo de El Rocío a unos 20km, para realizar una pequeña demostración.

De vuelta a Matalascañas, prepararamos el material para la segunda parte de la travesía, empezamos a rodar de nuevo hacia las seis, paramos de nuevo en otro bar para comprar unas botellas de agua y chocolatinas y de nuevo a rodar.

Ya era de noche y rodábamos sólo con la luz de la luna y un viento de popa que no nos permitía ir a más de unos 10-11km/h.

Empezamos a calcular que si el viento seguía así y manteníamos esa velocidad, llegaríamos a Mazagón antes de las 22:00h. Que era muy buena hora para llegar y cenar…

Y así recorrimos unos 9-10km solo escuchando el sonido de las olas y tratando de evitar las rocas, los agujeros y la arena blanda.

3.ª parte
Pero el viento empezó a disminuir en intensidad y consecuentemente, nuestra velocidad, rodábamos a unos 5-6km/h y los carros empezaban a quedar atrapados con facilidad en los agujeros y el las zonas de arena blanda.

Cuando la arena era más llana, no se sentía nada, de hecho teníamos que mirar las ruedas para asegurarnos que todavía avanzábamos… que increíble sensación!

Llevábamos la escota y el “downhaul” completamente sueltos, solo teníamos que tocar de vez en cuando el manillar para corregir la trayectoria, David incluso se quedó dormido a los mandos del bokart.

Después de unos kilómetros más en estas condiciones, el viento ha caido más en intensidad, siempre por popa, nuestra velocidad se redujo a 2-3km/h y nuestro pensamiento era “¿Así, cuando llegaremos a Mazagón?” la fatiga ya era muy grande la aventura nos estaba gustando muchísimo.

En una ocasión, decidí tratar de pasar entre las rocas y el mar y ocurrió que caí en un agujero muy profundo quedando el pod totalmente cubierto de agua, cuando conseguí salir del carro, el agua me llegaba casi la cintura y al intentar sacar el blokart este volcó, tras un gran esfuerzo para conseguir sacarlo, quedé empapado, la suerte es que mi equipo es bueno y seca rápidamente, además no hacía frío.

En los últimos 8km nos quedamos sin viento y tuvimos que hacerlos empujando, veíamos las luces de Mazagón, pero nunca se acercaban. Cuando finalmente alcanzamos Mazagón ya era pasada la medianoche.

La increíble sensación de que hemos sido capaces de hacer frente a este desafío es indescriptible, sólo aquellos que hecho algo similar pueden saber lo que sentimos.

Cuando llegamos José Luís, llegó con su pareja para acompañar a David hasta su coche y así recoger los blokart. De regreso al bar del padre de David nos sirvieron una espléndida cena y después de hablar un poco nos fuimos a dormir a casa de la madre de David.

Quiero agradecer especialmente a David, a su padre y su madre por todo. A mi compañero António que una vez más me ha acompañado de ruta. A José Luís y a su pareja, que casi sin conocernos, nos han brindado un gran apoyo logístico.

Y así terminó esta fantástica aventura que nunca olvidaré y espero repetir.

José Moleiro (POR-1)