Otro fin de semana con visitantes de todo tipo que llevaban un tiempo con ganas de probar el Blokart.
Especial mención a Pedro, un veterano de las motos que por un accidente con ellas sufrió una amputación bastante alta en la pierna izquierda, pero que ha alucinado sintiendo la adrenalina de las motos subido a un blokart. Montó con bastante miedo y en cinco minutos y con viento alegre (4.0 para más de 80 kilos) iba como un tiro.
Tendríais que haber oído todo lo que decía de la experiencia, se ha enganchado para siempre, sin duda va a ser uno de los fijos y muy probablemente de los futuros propietarios de uno.